Residencia de investigación
La Residencia de investigación ofrece la oportunidad de desarrollar proyectos centrados en la colección, el archivo y el programa de exposiciones del MAMBO, mediante el uso de herramientas digitales. Las y los participantes pueden explorar conexiones interdisciplinarias, contextos históricos o diferentes líneas de análisis, contribuyendo al discurso académico en torno a las colecciones del museo. Se alienta especialmente el uso de las obras digitalizadas del MAMBO como punto de partida para nuevas investigaciones.
La ganadora de la primera edición fue Júlia Fàrras (España), con su proyecto ¿Qué nos alimenta? De corazones y estómagos en la Colección MAMBO.
Sobre el proyecto
El proyecto de Fàrras exploró la intersección entre el hambre y el amor, dos fuerzas fundamentales que alimentan tanto el cuerpo como el espíritu. A través de una curaduría de la Colección MAMBO, se plantearon conexiones emocionales y físicas que abordan temas como el hambre, la alimentación y la comida, entendidos no solo como necesidades básicas, sino también como elementos profundamente ligados a la cultura, la memoria y la identidad.
En una primera etapa, Fàrras revisó cerca de 90 obras de la colección, organizándolas en distintas áreas temáticas: alimentos e identidad; bares y restaurantes; cocina; comer y beber; hambre; interacción sensorial y matérica; naturaleza muerta y bodegones; oficios y naturaleza; rituales y costumbres; simbolismo; y aspectos sociales. Esta clasificación permitió una depuración curatorial, que luego se articuló con diálogos y colaboraciones con chefs y sommeliers.
Júlia actuó como curadora y facilitadora, conectando a los cocineros con las obras seleccionadas. A lo largo del proceso, se documentaron las etapas creativas a través de video, audio y texto. Estos registros capturaron los intercambios entre los cocineros y la colección, mostrando cómo las obras inspiraron las propuestas culinarias de Jefferson García, Laura Hernández, Tabi Isabel Castellanos y Cristina Consuegra.
El proceso incluyó encuentros individuales en los que se eligieron las obras para desarrollar cada plato. Posteriormente, se realizaron sesiones de cocina que fueron registradas con el apoyo del equipo audiovisual del MAMBO. El material resultante fue editado y organizado en una serie de videos que documentan estas colaboraciones.
Finalmente, se diseñó un sitio web que reúne toda la información generada durante el proyecto, incluyendo la investigación, los vínculos con los chefs, el análisis de las obras y reflexiones adicionales, consolidando un catálogo digital de investigación.

Júlia Fàrras y Luz Ángela Lizarazo en el taller de la artista en el proceso de creación de su obra Disponer el ablandamiento (2024). Fotografía de Juan Yaruro.
Jefferson García (restaurante Afluente) desarrolló un plato que representa de forma tangible los territorios colombianos. Las texturas y colores de Miguel Ocampo, la narrativa gráfica de María Curtin, la fuerza visual de las fotografías de Diego Samper y la materialidad de las cerámicas de Nijolė Šivickas guiaron el proceso creativo.
El plato incorporó ingredientes representativos de los páramos y otros territorios del país, reflejando visual y materialmente las obras seleccionadas. Esta propuesta establece un vínculo entre los recursos naturales locales y el lenguaje artístico, generando una experiencia que combina elementos visuales, culturales y sensoriales.
Obras de la Colección MAMBO en el proyecto:
- Diego Samper, Julia y Francisca, Calambás-Tombé, 1977, fotografía en blanco y negro, 39 × 26 cm.
- Miguel Ocampo, serie Sin título, 1972, acrílico sobre tela, 45.5 × 56 cm.
- María Curtin, La cena, 1990, serigrafía 1/30, 40 × 26 cm.
- Nijolė Šivickas, Sin título (La flor), 1986, cerámica.

Miguel Ocampo, serie Sin título, 1972, Colección MAMBO.

Nijole Sivickas, Sin título (La flor), 1986. Cerámica. Colección MAMBO.
Convergencia
Un diálogo con la sommelier Laura Hernández
En colaboración con la sommelier Laura Hernández, se creó Convergencia, un cóctel que interpreta desde lo líquido las obras de Beatriz González, Stephanie Quirola y Alberto Sierra. Esta propuesta reflexiona sobre la identidad cultural, la sostenibilidad y las dinámicas del consumo, integrando ingredientes y técnicas que dialogan con los lenguajes visuales y conceptuales de las obras.
Inspirada en Naturaleza sui generis (1972) de Beatriz González, Laura trabajó con destilado de pasifloras y chirimbolo, celebrando la autenticidad de los sabores locales. La instalación Still Life with Glade® (2019) de Quirola la llevó a usar un fermentado de tomate de árbol, promoviendo una visión consciente del consumo. Finalmente, la serigrafía Sin título (1985) de Alberto Sierra inspiró la incorporación del “milk punch” como un guiño a la producción láctea rural, junto con elementos florales congelados que evocan el vínculo entre lo urbano, lo cotidiano y lo natural.

Stephanie Quirola, Still Life with Glade®️, 2019. Colección MAMBO.

Beatriz González, Naturaleza sui generis, 1972. Colección MAMBO.
- Beatriz González, Naturaleza sui generis, 1972, esmalte sobre metal, 106x126x14 cm.
- Alberto Sierra, Sin título, 1985, serigrafía, 47.7 x 47.6 cm.
- Stephanie Quirola, Still Life with Glade®️, 2019, Instalación. Frutas y ambientador Glade.
Identidad y memoria
Colaboración con la chef Tabi Castellanos
Con referencias que abarcan desde la identidad cultural hasta la memoria histórica, la chef y ceramista Tabi Castellanos utiliza ingredientes locales para rendir homenaje a las raíces y tradiciones colombianas.

Carlos Alfonso, Pan de maíz, 2019. Colección MAMBO
La chef y ceramista Tabi Castellanos desarrolló una tarta inspirada en temas de identidad cultural y memoria histórica, utilizando ingredientes locales que rinden homenaje a las raíces y tradiciones colombianas.
La obra Pan de maíz de Carlos Alfonso la llevó a reflexionar sobre el maíz como símbolo visual y culinario, mientras que Palenque de Ana Mercedes Hoyos destacó la creatividad y resistencia de las mujeres en la cocina. Las texturas de Milton Charruti motivaron el uso de frutas autóctonas, y la tragedia representada por Carlos Caicedo impulsó el uso de harinas como yuca y maíz. Inspirada en Flor invisible de Jim Amaral y en la espiral de Ruby Posada, la tarta se convirtió en una experiencia multisensorial que conecta lo artístico con lo vital.

Ana Mercedes Hoyos, Sin título, 2008, Acrílico sobre tela. Colección MAMBO.
- Ana Mercedes Hoyos, Sin título, 2008, Acrílico sobre tela
- Ruby Posada, Regresar al principio es seguir adelante, 1987
- Milton Charruti Blanc, Colombia vive, 1989
- Carlos Alfonso, Pan de maíz, 2019
- Carlos Caicedo, Envenenamiento en Chiquinquirá, 1967
Afectos, arte y gastronomía
Un diálogo con Cristina Consuegra

Hermi Friedman, Transporte de piñas en el Magdalena, 1960. Colección MAMBO.
La chef y antropóloga Cristina Consuegra desarrolló una experiencia culinaria inspirada en obras de la colección del MAMBO, integrando los afectos y la memoria como ejes creativos. Entre las piezas que influyeron en su propuesta destaca Todas mis bestias, vinculando la tierra y las emociones con la creación de un comedor en tierra que evoca la siembra y el alimento como un acto de transformación interior.

Adolfo Bernal, Miel, 1980, Impresión tipográfica. 34,5 x 49,5 cm. Colección MAMBO.
La obra de Adolfo Bernal y su exploración de lo efímero influyeron en la incorporación de ingredientes como miel y plantas polinizadas por abejas, en homenaje a los ciclos naturales y las redes de colectividad. Por su parte, Este lugar de Cecilia Ordóñez inspiró el emplazamiento de los platos en una mesa de arcilla en espiral, reflejando el vínculo entre identidad y territorio. Finalmente, la fotografía de Hermi Friedmann conectó a Cristina con el paisaje colombiano y la diversidad cultural, llevando a incorporar la piña asada, técnica aprendida en la selva, como una representación personal del territorio.
Esta colaboración además de traducir las obras a través de la gastronomía, honra su capacidad para conectar lo humano, lo natural y lo artístico, creando un espacio simbólico donde la tierra y los afectos encuentran su expresión en cada plato.
Obras de la Colección en el proyecto:
- Adolfo Bernal, Miel, 1980, Impresión tipográfica. 34,5 x 49,5 cm.
- Hermi Friedman, Transporte de piñas en el Magdalena, 1960. Fotografía Blanco y negro. 17,8 x 23,3 cm.
- Luz Ángela Lizarazo, Serpientes, aves y lobos, de la serie Todas mis bestias, 2020. Técnica mixta sobre papel de algodón. 35 x 49.3 cm / 40 x 55 x 4.1 cm.
- Luz Ángela Lizarazo, Disponer del ablandamiento, 2024, Medias veladas y ágatas. Medidas variables.
- Luz Ángela Lizarazo, La mirada, Parafina, dibujo y collage (58 unidades), 1995. Dimensiones variables.
Sobre la residente
Júlia Farràs Marginedas (España) gravita entre el campo de las Humanidades, la Antropología y la gestión cultural. Graduada con mención de honor en Humanidades por la Universidad Pompeu Fabra y magíster en Antropología y Etnografía por la Universidad de Barcelona, actualmente cursa su doctorado en Sociedad y Cultura en la misma institución. Con un pie en Barcelona y otro en Colombia, ha colaborado en proyectos de investigación y de gestión cultural con la Embajada de España en Colombia, la Comisión de la Verdad, Imaginart Gallery, Rebobinart y Fundación Gladys Palmera, entre otros. Especializada en la creación de narrativas curatoriales inclusivas mediante metodologías participativas, trabaja actualmente en la Embajada de España en Colombia y desarrollando proyectos de curaduría independiente.
Sobre la convocatoria
Del 8 al 19 de julio de 2024 se abrió la convocatoria para la Residencia en investigación. Se recibieron un total de 55 aplicaciones de Colombia, España, México, El Salvador, Chile, Costa Rica, Ecuador, Argentina y Venezuela provenientes de estudiantes de posgrado, investigadores emergentes, artistas, curadores, historiadores del arte, fotógrafos, productores audiovisuales, diseñadores, arquitectos, músicos, historiadores, sociólogos, politólogos, antropólogos, filósofos, educadores, arqueólogos, conservadores, y gestores culturales.
Agradecimientos
Esta residencia es posible gracias al Fondo Nuevas fronteras en investigación del gobierno de Canadá [NFRF-2022-00245] en colaboración con Susana Vargas-Mejía.