Memorias que Habitan Santa Fe y Mártires: relatos de un territorio vivido

Proyecto para activación de memoria barrial en las localidades de Santa Fe y Los Mártires – 2025.
El proyecto Memorias que Habitan nació con la intención de activar la memoria viva de las localidades de Santa Fe y Los Mártires a través del arte, el diálogo y la construcción colectiva. Entre agosto y octubre de 2025, nueve encuentros realizados en espacios del MAMBO y en distintos lugares de ambas localidades reunieron a 170 participantes (jóvenes, adultos y adultos mayores) quienes, a través de conversaciones, ejercicios gráficos, recorridos y talleres artísticos, compartieron relatos íntimos, imágenes fragmentadas del pasado y percepciones del presente que, al entrelazarse, revelaron la complejidad de estos territorios del centro de Bogotá.
Este proceso no solo produjo actividades pedagógicas; dio lugar a una constelación de memorias que hablan de transformaciones urbanas profundas, disputas simbólicas, vínculos afectivos y formas diversas de habitar la ciudad. Voces como las de Neftalí, conocedor del territorio; la guía artística de María Isabel Rueda y Paulo Licona; y las evocaciones detonadas por obras como las de Óscar Muñoz permitieron ampliar la comprensión de los relatos y darle densidad emocional a aquello que se compartió en común.
Memorias que habitan Santa Fe
Los encuentros con habitantes de Santa Fe permitieron reconocer un territorio lleno de contrastes, donde conviven memorias rurales, urbanizaciones autogestionadas, patrimonios culturales y tensiones derivadas de la vida en el centro.
El origen y de la vida en la montaña
Muchos participantes evocaron sus infancias en los barrios altos, al pie de Monserrate, cuando Bogotá aún era una ciudad que se desdibujaba en lo rural. Recordaron calles sin pavimentar, cocinas de leña, el traslado del agua desde las pilas y riachuelos cercanos, el uso del Cocinol y una relación más directa con la naturaleza. Varias historias coincidieron en la transición entre esa Bogotá campesina y la construcción, casi siempre autogestionada, de barrios como Egipto, La Peña, Los Laches o El Consuelo. Estas memorias no solo hablan del pasado, sino de la fuerza comunitaria que permitió edificar territorios completos en medio de la precariedad.
Recuerdos de ciudad: hitos, recorridos y modernización
Otros grupos, provenientes de barrios como La Macarena, San Diego o Bosque Izquierdo, compartieron memorias ligadas al crecimiento urbano. Surgieron relatos sobre los “Huecos de Mazuera” durante la construcción de la calle 26 en la alcaldía de Fernando Mazuera, el movimiento del edificio CAMACOL, la construcción del Colpatria y la presencia del Planetario y el Parque de la Independencia. También recordaron la huella de Rogelio Salmona, cuyo diseño y visión transformaron la relación de la ciudad con el espacio público. Estas memorias, cargadas de nostalgia, evocan una Bogotá que se modernizaba rápidamente, pero que también ofrecía múltiples oportunidades educativas, culturales y laborales.
Patrimonios en disputa: el caso del septimazo
La carrera Séptima apareció como uno de los territorios más discutidos. Para algunos participantes, el septimazo de los viernes y sábados, con su comercio informal, arte callejero y ambiente festivo, representa un símbolo afectivo de ciudad viva. Para otros, la transformación de la Séptima en un corredor de comercio informal permanente, acompañado de problemas de seguridad, representa una pérdida de ese espíritu original. Este contraste evidenció cómo un mismo espacio puede ser un recuerdo luminoso para unos y una señal de deterioro para otros, mostrando la tensión entre memoria, identidad y transformación urbana.
El arte como puente de memorias
El ejercicio más significativo en Santa Fe fue el taller de dibujo guiado por la artista María Isabel Rueda, autora de la exposición El oráculo de la noche. Su acompañamiento permitió que los participantes pasaran de la imagen mental a la imagen dibujada mediante la técnica del calco, elegida por su claridad, rapidez y accesibilidad. Este ejercicio derivó en un gran mural colectivo donde un Colpatria monumental se convirtió en el eje desde el cual se irradiaron senderos naturales, barrios tradicionales, plazas, edificios históricos y escenas cotidianas. Este mural sintetizó visualmente la Santa Fe afectiva, aquella que cada participante lleva consigo.
Imágenes del segundo encuentro de Santa Fe, con la participación de la artista María Isabel Rueda, como tallerista. 14 de septiembre de 2025
Desarrollo del mural con la comunidad de Santa Fe. 27 de septiembre de 2025
Memorias que habitan Los Mártires
Los encuentros en Los Mártires revelaron un territorio atravesado por migraciones, trayectorias obreras, comercio popular, patrimonios arquitectónicos, crisis urbanas y resistencias comunitarias. Allí surgieron memorias precisas que fueron ampliadas gracias a la presencia de Neftalí, habitante conocedor del territorio y pieza clave para interpretar los cambios del barrio, y también gracias a la observación curiosa del perrito Don Vitus, quien acompañó el primer recorrido.
Un territorio fundado sobre la memoria nacional
Uno de los hallazgos más reveladores fue comprender que Los Mártires está construido sobre un sistema de referencias históricas: las avenidas El Dorado, Los Comuneros, Ciudad de Lima, Centenario, Caracas o NQS son, para los participantes, una manera en que la ciudad recuerda su pasado latinoamericano e independentista. Para quienes participaron, esta coherencia entre memoria nacional y territorio urbano es una forma de mantener vivo un relato colectivo que atraviesa la cotidianidad.
El señor Neftalí durante el primer encuentro de Mártires. Otro participante ubicando sus memorias en el mapa de la localidad. 6 de septiembre de 2025
Entre la élite y la vulnerabilidad: transformaciones profundas
Muchos relatos se centraron en la transformación del territorio: de ser hogar de familias prestantes, con arquitecturas vanguardistas, frecuentemente impulsadas por migrantes europeos, Los Mártires pasó a convertirse en una zona marcada por desigualdades, prostitución, comercio informal y abandono estatal. Barrios como Santa Isabel, Santa Rosa de Lima, Samper Mendoza o Eduardo Santos fueron mencionados constantemente como ejemplos de este cambio abrupto. Estas memorias muestran la convivencia de orgullo y dolor en un territorio que ha cargado con múltiples estigmas, pero también con una fuerte identidad barrial.
Recuerdos del oficio, el barrio y la calle
Taller del tercer encuentro con el artista invitado, Paulo Licona. 13 de septiembre de 2025
El taller con ladrillos dirigido por el artista Paulo Licona permitió activar recuerdos ligados a los oficios, a la arquitectura tradicional y a la vida cotidiana de la localidad. Sobre los ladrillos aparecieron nombres de calles, prácticas laborales desaparecidas, personajes emblemáticos y lugares que marcaron a generaciones: la Calle 24 como corredor comercial y cultural; la Iglesia del Voto Nacional; el Cementerio Central; Paloquemao; los parques Eduardo Santos y Samper Mendoza; y especialmente la Estación de la Sabana.
Taller del tercer encuentro con el artista invitado, Paulo Licona. 13 de septiembre de 2025
La Estación de la Sabana como símbolo de llegada
Durante el encuentro en la Estación de la Sabana, muchos participantes, y especialmente Neftalí, recordaron cómo este lugar fue la puerta de entrada a Bogotá para miles de familias. El espacio, hoy en proceso de resignificación patrimonial, sigue siendo un símbolo de tránsito, acogida y transformación. La instalación de los ladrillos en torno al “círculo de la palabra” evocó la tradición de reunirse para compartir historias, como lo hacían quienes llegaban en tren en décadas pasadas.
El último encuentro de la localidad de Mártires, realizado en la Estación de la Sabana. 28 de septiembre de 2025
Conclusiones: una memoria viva, diversa y en movimiento
A lo largo del proyecto, se evidenció que la memoria en Santa Fe y Mártires no es un relato único, sino un entramado de voces a veces complementarias y otras contradictorias. La vida urbana, la migración, la autoconstrucción, el arte, la modernización, la pobreza y la resistencia se encuentran en un mismo territorio.
El diálogo intergeneracional demostró ser esencial: los jóvenes aportaron miradas contemporáneas de la ciudad, mientras que los mayores ofrecieron la memoria necesaria para comprender las transformaciones profundas del centro. Las prácticas artísticas, dibujos, cartografías, murales, ladrillos intervenidos, sirvieron como lenguajes comunes para expresar lo que la palabra, a veces, no logra abarcar.
Santa Fe y Los Mártires, más que dos localidades, conforman un territorio emocional compartido donde las fronteras administrativas se diluyen y lo que aparece en su lugar es un centro cargado de historias, disputas y vínculos que siguen dando forma a la Bogotá de hoy.
Agradecimientos:
Eduardo Martínez y Mateo Villegas de la Dirección de Estrategia, Desarrollo y Emprendimiento DEDE, del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia.
Laura Arévalo de la Escuela Taller, sede Estación de la Sabana, localidad de Los Mártires.
